jueves, enero 07, 2010

HEMC 40 - platos con sobras - TORTILLA DE JUDIAS BLANCAS Y BUTIFARRAS

Ya ni me acuerdo del tiempo que hace que no participo en el HEMC, pero es que este me viene de perlas porque después de la Escudella i su carn d'olla me había quedado restos de carne y legumbres para dar y repartir, y aunque ahora podemos poner de excusa a la crisis, a mi de siempre me ha dado mucha pena tener que tirar la comida, así que hoy explicaré como reaproveché las judas blancas y las butifarras que me quedaron del día de Navidad y a la vez reaprovecho el post para formar parte del HEMC de este mes propuesto por Cuchiflitos .

Tenia las judías blancas, y tenia restos de las dos butifarras cocidas, blanca y negra, unos 200 gr. de judías, y 150 gr. aproximadamente en total de las dos butifarras así que las puse en una sartén a sofreír con unas gotas de aceite, cuando tomaron un color más o menos doradito añadí las dos butifarras cortadas a trozos no muy grandes y las saltee con las judías todo junto. Mientras, batí 4 huevos con sal y los tiré encima de las judías con butifarra y me dispuse ha hacer la tortilla de forma tradicional, dándole vueltas alternativamente ayudada de un plato. A nosotros no nos gusta muy hecha.

Y ya está. Tardé 10 minutos en hacerla y con un pa amb tomàquet me solucionó una cena y quedó bien buena. Si no, que se lo digan a mi Mini (que ya no es tan mini) que se comió tres cuartas partes de la tortilla.

Lkr

sábado, enero 02, 2010

Escudella i carn d'olla


Estas Navidades han sido raras, y por el mismo motivo por el cual hice los panallets me vi “obligada” ha hacer este año la Escudella i Carn d’olla que tradicionalmente comíamos en casa de mis “suegris” el día de Navidad.

Nunca la había preparado así que no estaba muy segura de que el resultado fuera muy bueno, sobre todo teniendo que competir con la de los padres de mi Maxi y ya se sabe que esto de luchar con los recuerdos de la niñez es difícil, pero bueno, una vez más y de un día para otro me encontré buscando información, que es múltiple y variada, y comprando los ingredientes necesarios para 6 personas que fueron los siguientes.


500 gr. de carne de ternera que también puede ser de buey pero yo me tuve que conformar con filete de pobre, 1/2 gallina, 2 blanquetas de pavo, un trozo de tocino salado y otro de fresco que hicieran alrededor de 150 gramos, un pie de cerdo salado, una oreja también salada, 250 gr. de butifarra negra, 150 de butifarra blanca, unos trozos de jamón o si no está muy rancio un hueso de jamón, yo
me llevé unos trozos de magra sin hueso,1 hueso de ternera de la caña con su tuétano, 250 gr. de garbanzos que remojé en agua templada y sal la víspera, 200 gr. de judías blancas también remojadas la noche anterior, 250 gr. de patatas cortadas a cuartos, 1 col grandecita, 1 nabo grandecito, 1 zanahoria regular y una chirivia. La oreja salada y el pie también los puse a remojo la noche anterior para que perdieran gran parte de la sal.


Para la pilota


100 gr. de carne magra de cerdo que cogí de los 500 gr. comprados, un trozo de la butifarra blanca, 1 diente de ajo, 1 huevo, 2 cucharadas grandes de pan rallado, 1 de harina, canela en polvo, perejil y sal.

Bueno pues el día de autos puse al fuego la olla con unos tres litros de agua, la carne, la gallina,
las dos blanquetas, el pie y la oreja de cerdo remojados la noche anterior, el tocino, el jamón y el hueso de ternera, la zanahoria, la chirivia y el nabo. Al empezar a hervir se espuma bien (es decir se quita la espuma oscura que van soltando todos los ingredientes, y también la grasa) y se incorporan los garbanzos y las judías (dentro de unas bolsas de malla, por separado, con objeto de que estas legumbres, cuando estén cocidas, puedan sacarse fácilmente, y no se mezclen con los demás géneros del caldo) Lo sazoné con un mínimo de sal y así lo dejé cocer suavemente, sin interrupción. (Bueno, en verdad tuve que interrumpir un momento la cocción porque la olla donde empecé hacer el caldo resultó pequeña, y yo y mis problemas con las medidas, no me di cuenta hasta que tenia todos los ingrediente puestos a hervir, y no me cabía nada más y todavía tenia que meter la pilota, butifarras, col…En fin.)

Mientras solucionaba el problema de la olla iba haciéndose el caldo y yo preparaba la pilota de la siguiente manera.

Piqué la carne magra de cerdo, la butifarra blanca y la de ternera, añadí el huevo batido, el pan rallado, sal, un poco de pimienta, un poquitico de canela en polvo, ajo y perejil picado y un poco de harina. Se empasta bien formando la pelota, de forma alargada y luego pasándola por harina. Me salieron dos, hacer una me pareció que sería demasiado grande. Ni que decir tiene que los ingredientes los iba poniendo y mezclando. Tiene que quedar gustosa y esponjosa, eso es lo más importante. El punto de canela me gusta, y recordé que mi madre cuando la hacia en casa también le ponía.

Cuando el cocido ya lleva tres horas hirviendo suavemente (y yo ya tenia la olla industrial que pude ir a buscar a casa de mis suegros, y cambiado todo a esta) se le incorporan la pilota, las butifarras, las patatas y la col. Poco tiempo después se rectifica de sal. Lógicamente los tres litros de agua hirviendo durante dos horas se va reduciendo, yo le añadí como dos veces más, al rededor de un par de litros, a ojo, pero siempre caliente. Y lo dejé alrededor de media hora / tres cuartos más.
Pasado ese tiempo con la ayuda de mi Maxi (yo no tenia fuerza suficiente para coger semejante ollón) retiramos las tres cuartas partes del caldo, para hacer la sopa de galets que es la pasta típica de navidad y bien grandes. (Aunque no tanto como los que hay colocados por toda la ciudad de Barcelona)
Acto seguido se pone, la carn d'olla en una fuente, entera o cortada, con un poquito de caldo por encima, en otra fuente las verduras en pequeños montículos por separado y la zanahoria cortada en rodajas y colocada encima de la col y en otro plato las judías.

Se sirve todo junto en la mesa, para que te sirvas la sopa y el resto te lo comas como más te apetezca.

La verdad es que quedó buenísimo, el caldo, las verduras…

Aún así sobró de todo para dar y vender, sobre todo porque éramos tres y la hice como para seis, pero para eso están los canelones de Sant Esteve.

Aunque eso, eso es otro post.


Acompañamos este clasico de la cocina catalana, con un no menos clasico de las bodegas riojanas, un Imperial Reserva del 82 que estaba perfecto, afrutado tanto en nariz como en boca y pese a su edad, seguía manteniendo una muy buena acidez y ese recuerdo a cerezas en licor que me gusta tanto en este tipo de vinos. En definitiva, que le fue como anillo al dedo.


Lrk