miércoles, marzo 22, 2006

Tartar de carne

La primera vez que pedí un tartar de carne fue allá por mis locos veinte años. No tenía ni idea de lo que era pero ya sabia que lo que quería, si iba a un restaurante, era probar algo diferente, que para comer un plato de lentejas me las comía en casa y seguro que estaban mucho más buenas. Pues bien, me trajeron, una especie de corona de carne picada, pero era como si hubieran sacado la carne de unas butifarras o salchichas de pollo y la hubieran colocado en el plato. Carne rosada, con sus trocitos de grasita. Un asco. En medio de la “cosa esa de carne” había la yema de un huevo crudo y en un plato aparte, unos trozos de cebolla, pimiento verde y rojo, partidos a cuadrados y algún pepinillo entero, no recuerdo si había algo más. Me quedé aterrada cuando dejaron todo esto en mi mesa.

- ¿Ya está? ¿Esto es el tartar?. Afirmación de cabeza del camarero.

Por supuesto, pedí que me lo cambiaran. ¡Y tuve que pelearme porque era eso lo que yo había pedido!!!.

Tardé mucho tiempo en volver a pedir otro, y lo hice, claro, en otro restaurante. Me encantó. Lo prepararon delante mío y me pareció delicioso, tanto que es uno de mis platos comodín cuando voy a algún sitio y no se que pedir.

Y también, claro, lo hago yo. Mi hijo que no tiene mundo debido a su edad principalmente, dice que es lo que mejor me sale de todo y que nadie lo hace como yo (pobre). Reconozco que me sale bueno, pero vaya, me quedo por ejemplo con el del Alquimia o el del Capritx de Terrassa, por poner dos de los que recuerdo así a bote pronto.
También es verdad que cada cual se lo hace como quiere. Yo voy a explicar como lo hice el otro día, por que según mi estado de ánimo también varío. El de la foto lo hice de la siguiente manera.

-200 gr. de carne, normalmente utilizo solomillo pero en esta ocasión, no tenían y compré filete de pobre. Quedó bien.
-Una escalonia picada
-Un puñado de alcaparras picadas.
-Una yema de huevo.
-Un puñado de piñones tostados.
-Una cucharadita de postre de coñac.
-Unas gotitas de salsa Lea & Perrins.
-Unas gotas de tabasco chili verde (es menos picante que el normal y como todo va a gusto, este a nosotros nos gusta más)
-Unas cucharadas de mostaza diáfana
Louit
-Sal y pimienta.

La preparación es bien sencilla, se limpia bien la carne de grasa y nervio, se pica pequeña pero no triturada, se añade la yema de huevo, se mezcla, se añade la escalonia, las alcaparras, los piñones y bueno el resto de los ingredientes, finalmente la sal y la pimienta, se mezcla todo bien, se prueba a ver si hay que rectificar en algo y se monta el plato poniendo, en el fondo unas gotas de vinagre de Módena, el tartar, unos Cherri para decorar y se mete en la nevera un ratito. La decoración de este me quedó un poco soso porque solo tenía los tomatitos, pero estaba delicioso, o por lo menos eso dijo mi hijo. Y además tengo la tranquilidad de que cuando sea él quien vaya a un restaurante y pida un tartar, sabrá si le quieren tomar el pelo o no.

Lkr.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pra mi el tartar es uno de esos platos que marcan la diferencia en los restaurantes, no lo pido en cualquier sitio, pero solo en los grandes lo preparan bien.

Abstenganse de pedirlo en sitios mediocres si en algo aprecian su salud.

Lurka dijo...

Lo cierto, nopisto, es que cuando digo que es mi plato comodin, me refiero a sitios donde me da la suficiente confianza para pedirlo, y más despues de mi primera experiencia!!