Erase una vez un Roast Beef... y 2

Seguimos con esta estremecedora historia basada en hechos reales.

"Pese a todo, cuando pasó por el mercado y vio al carnicero le explicó su epopeya y él le recomendó un trozo de carne que nuestra protagonista si sabe que no era ni “lomo alto” ni “lomo bajo”. Se armó de valor para volver a intentarlo una vez más. Y a sus ojos llegó esto. Volvió a hundirse en la miseria y congeló el trozo de carne, mientras decidía que hacía con ella. Hasta que, la necesidad de limpiar el congelador, la hizo reaccionar, e incluso desoyendo los consejos de la familia más aproxima, sufridora de sus anteriores asesinatos cárnicos, se armó de valor y decidió intentarlo de nuevo. En los días anteriores a la descongelación de dicha pieza se informó exhaustivamente, en libros que tenía ella en casa, como este y este otro, páginas de Internet y correos que le enviaban las amigas. Con todo ello llegó a la siguiente conclusión:
-La carne, sin salar y sin ningún marinaje anterior, la doraría en una plancha bien caliente y untada con manteca. (Podía haber elegido aceite de oliva, pero mira...)
-Una vez dorada la metería en el horno bien caliente, encima de la parrilla con la bandeja debajo para recoger los jugos que suelte, 15 min. a 140ºC ( ella había leído en uno de los libros que son 10 min. de cocción por cada 500g su pieza pesaba 1300 gr. con lo cual debían ser 26 min. pero a la familia les gusta la carne poco hecha) y después con el horno apagado y la puerta cerrada lo dejaría reposar 5 min. Quedó perfecto. Las lagrimas de satisfacción brotaban a borbotones de los ojos de la ahora si, bien nombrada HEROÍNA o por lo menos así se sentía ella tras el triunfo arrebatador sobre la carne."
CONTRAS: La carne no era muy adecuada en cuanto a calidad, como dijo uno de los comensales “El buey estaba nervioso cuando lo mataron”. Por lo tanto ahora el reto es hacerla con la carne que procede. LOMO ALTO DE BUEY.

Y colorín colorado esta historia ha terminado.

O no…

LKR