De todos modos, limpiarlo después de todas las instrucciones que me disteis no me resultó difícil, aunque para la próxima vez, se lo diré a la pescadera.
Y tampoco lo hice de manera especial. Al horno, con unas patatas a lo pobre, que mientras se calentaba el horno fui pelando, cortando en rodajas y en abundante AOVE friendo, añadiendo unos dientes de ajo cortados a la mitad, una cebolla tierna cortadita pequeña y un pimiento verde cortado a rodajas no muy gordas. Una vez hechas las patatas y caliente el horno las coloqué en la bandeja del horno con el rodaballo colocado encima, un poco de vino blanco, y unas gotas de limón y aceite. Después de aproximadamente 15 minutos, lo saqué le eché un poco de vinagre y unos ajitos fritos por encima y lo dejé otros 5 minutos más. Receta clásica pero perfecta para saborear este pescado sabroso y de gusto característico que es uno de mis favoritos.
Al final resultó pequeño para dos tragaldabas como nosotros, menos mal que las patatas además de acompañar llenan.
Para beber tomamos, a falta de Montrachet, otro tipo de Borgoña. Un Rully 1er Cru "La Pucelle" del 2004 perteneciente al norte de la Côte Chalonnaise. Es un 100% Chardonay con seis meses de barrica y que compré muy bien aconsejada por Julien de La Part dels Àngels. Lo decanté media hora antes de servirlo, no excesivamente frío, entre los 10/12º.
De color amarillo pálido presentaba bitartratos. La nariz es fresca, cítrica,y frutal con recuerdos a hinojos, limas, pomelos y algo de manzana verde, sobre todo. Especiado, vainillas mayormente, que al airearlo se integraron con la frutay pasaron únicamente a sugerirse. Pero sobre todo era un vino con mucha mineralidad.
En boca se presentaba glicérico y de nuevo cítrico y mineral. Con una acidez marcada pero agradable y con algún recuerdo sutil a almendra verde. El final es largo, fresco y equilibrado. Nos gustó mucho aunque nos pareció que estaba quizá demasiado evolucionado, teniendo en cuenta que era un 2004 y sin embargo estaba en un buen momento para tomar. Nos preguntamos si todavía podía evolucionar más y a mejor…
Por cierto, me costó 18,80 € y no me pareció caro.
Lkr.
8 comentarios:
Es que si la materia prima es buena, las recetas sencillas suelen ser las mejores y dar resultados memorables. Y si se acompañan de un buen vino, aún mejor.
Qué envidia!!! A ver cuando me hago yo con un bichito de estos.
Saludos.
Pues si gourmet!! De todos modos la idea que me dió Marisa en el otro post, la tengo que poner en práctica, porque seguro que le da otro aire.
Hola guapa, tranquila porque yo también estoy bastante out de la red (exámenes), pero me alegra que estés bien. Me encantan los vinos de los Jacqueson, así generalizando, que es gratis. Sus tintos son ligeros pero deliciosos y sus blancos, sobretodo el Grésigny, muy bien realizados.
Para no hacerle más publi a Julien, te diré que mi primer Grésigny fué el 2000, comprado donde el Vila y lo abrí por el 2004. Estaba fantástico, seguramente, junto a Les Saint Jacques de los de Villaine (Paco Berciano), el mejor vino de Rully (Anda que me he mojado). La Pucelle suele ser un vino más voluptuoso que Le Grésigny, con mayor carácter mineral, pero la botella le sienta bastante.
También probé hace poco el Rully comunal del 2004 y está también bastante maduro, tirando más hacia el lado de La Pucelle. Algo más barato (15-16 euros), es una buena compra.
Cuídate.
Cuanto sabes, de verdad!! Anonadada me dejas :-o
Nà, todo de boquilla. Es que los Jacqueson me pueden.
Besotes.
Dicen las malas lenguas de que te has liado la manta a la cabeza y que has hecho una cata con el Gresigny a mis espaldas. ¿No será verdad? ;-P
Es cierto. Y no tengo excusa, bueno si; que soy una mala persona...Me quieres igualmente??.;-)
La verdad es que tenías razón, es un gran vino. Además con un precio muy ajustado para lo rico que está.
Claro que si (pero que no se entere tu maxi). Ya sabes que las circunstancias impidieron mi presencia.
Un besote y que sea leve el periodo estival.
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